Las muñecas tradicionales Kokeshi han sido toda una institución cultural japonesa durante dos siglos. Su tradición se remonta al periodo Edo (1603-1867) en que los artesanos de la época, conocidos como Kijiya (palabra japonesa que significa ebanista) tallaban las muñecas a mano para luego regalar y ofrecer como símbolo de amor y amistad. Unas muñecas que incluso llegaban a regalarse a los recién nacidos como amuleto de la suerte para desear a los más pequeños buena salud.
Es precisamente en estas muñecas tradicionales en las que se inspiran la familia de muñecas Kimmidoll, que siguen esta filosofía: regalar los mejores valores de la vida a los familiares y amigos. Ya sea como una figura de colección o de decoración, combinan la sensibilidad tradicional y la creatividad moderna convirtiéndose en un objeto de culto para los amantes del diseño. Cada una de estas muñecas representan valores importantes de la vida como la amabilidad, la felicidad, la alegría, el respeto, etc.
El éxito de la marca Kimmidoll se extiende ya a más de 40 países de todo el mundo, incluyendo Australia, Reino Unido, Francia, Irlanda, Singapur, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Hong Kong, Portugal, Japón, Corea y Emiratos Árabes, dónde ya se han vendido más de 2,5 millones de muñecas.
Es precisamente este éxito lo que ha posibilitado que se cree toda un universo de distintos objetos que van desde bolsos a mecheros, pasando por fundas para móviles o ropa de hogar. Es ésta última la que está tomando más auge en la actualidad, con gran variedad de textiles que incluyen estores, pufs, fundas nórdicas, sábanas, cojines, alfombras, etc.
Si deseas decorar tu dormitorio infantil con los diseños de estas bonitas muñecas orientales, tienes toda la gama de textiles a la venta en nuestra tienda:
'Isabel Viedma. DECORACIÓN DE INTERIORES', en Calle Dr. Eduardo Arroyo, 6 de Jaén.



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