En España se ha extendido el uso de la palabra ’plaid’ para referirse a una clásica manta de viaje, bien para taparnos en el sofá o como simple elemento decorativo en el salón o el dormitorio. Sin embargo, no llamamos plaid a cualquier manta de viaje. El término lo reservamos para designar una manta de textura suave que no sigue un diseño tradicional. Si la prenda es de cuadros escoceses, o de lana o tejido similar, se suele designar con su nombre clásico en castellano.
Por tanto, hemos restringido el uso de ‘plaid’ a una manta de viaje que no es la típica de cuadros escoceses. Curiosamente los actuales hablantes de gaélico han extendido su significado de manta de cuadros a cualquier tipo de manta.
El plaid no sólo es un elemento decorativo de gran valor, sino que también es funcional y muy útil, ya que brinda calor a quien se tapa con ellos, pero además aportan una sensación de calidez al ambiente que resulta muy agradable. Ten en cuenta que el plaid también puede servirte para proteger un sofá del polvo y de las manchas en general.
Puedes encontrar plaids confeccionados con diferentes tejidos, desde algodón hasta pelo natural pasando por lana y seda. Los estampados y los tamaños también son muy diversos, por lo que deberás escoger cuál es el más apropiado para la decoración de tu hogar.
Existen, incluso, diversas maneras de colocar el plaid sobre el sofá. Una opción es estirarlo para que cubra todo el asiento y, tal vez, el respaldo. Otra posibilidad es doblarlo y elegir qué parte cubrir: sólo el asiento, el respaldo, etc. Un uso muy habitual del plaid es emplearlo para cubrir los pies de la cama. En este caso, lo habitual es dejarlo doblado y situarlo sobre la colcha o el nórdico. La cama, de esta manera, tendrá un aspecto renovado.
Ahora que ya sabes qué es un plaid, no dudes en venir a ver nuestos modelos de los que te dejamos, seguidamente, una pequeña selección.
Isabel Viedma.
C/ Dr. Eduardo Arroyo, 6 – Jaén.
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